Se cumple un año de la promulgación (en agosto 2022) de la ley de Reducción de la Inflación (Inflation Reduction Act, IRA), en los Estados Unidos. La IRA incluye el mayor paquete de medidas sobre la defensa del clima y las energías renovables que ha tomado el gobierno de los Estados Unidos en su historia. Entre sus principales objetivos está reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 42% por debajo de los niveles de 2005 para el año 2030.
La IRA, sin embargo, ha recibido críticas de parte de personas como Samarys Seguinot-Medina, Directora de Salud Ambiental de Alaska Community Action on Toxics.
La relevancia de la IRA radica, entre otras cosas, en que los Estados Unidos son el mayor contaminador del mundo per cápita, y en que dicho país, bajo la presidencia de Trump se había salido del Acuerdo de París, acción revertida por el Presidente Biden.
Con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la ley IRA se propuso:
-Acelerar el desarrollo y la implementación de tecnologías de energía limpia para abordar el cambio climático
-Implementar disposiciones para reducir las emisiones de metano
-Incentivar la captura y almacenamiento de carbono
-Apoyar la producción de hidrógeno de baja emisión
-Maximizar la participación de comunidades, empresas y demás partes interesadas en el acceso a los recursos federales para lograr una reducción máxima de las emisiones.
-Fortalecer las regulaciones federales en los sectores de energía, industria, petróleo, gas y transporte para ayudar a cumplir los compromisos climáticos de los Estados Unidos bajo el Acuerdo de París.
-Asignar fondos federales a los estados y municipios a través de la Climate Pollution Reduction Grant (CPRG) para apoyar la planificación de estrategias de reducción de emisiones
-El compromiso de la Clean Air Task Force (CATF), a nivel estatal, de proporcionar recursos y orientación a los funcionarios para conseguir financiamiento y comprender cómo pueden aprovechar los fondos federales para proyectos y políticas de energía limpia
-La creación de nuevas políticas y el fortalecimiento de las regulaciones para beneficiar el clima y las comunidades
Resultados a un año:
En la sección “A year after passage: Where are we now?” del documento de Clean Air Task Force1, se menciona entre los beneficios del Inflation Reduction Act (IRA), que ha permitido una mayor inversión en infraestructura de energía limpia; una expansión y mejora de los créditos fiscales de energía limpia, lo que ha incentivado a las empresas y consumidores a adoptar tecnologías de energía limpia. Ha establecido programas para incentivar a las empresas y consumidores a adoptar una variedad de tecnologías de energía limpia, lo que ha ayudado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Se afirma que el IRA ha permitido la asignación de fondos federales a los estados y municipios para apoyar la planificación de estrategias de reducción de emisiones. Los estados y municipios pueden utilizar estos fondos para desarrollar planes de acción climática y proyectos de energía limpia que sean adecuados para sus necesidades y circunstancias únicas.
Las medidas tomadas han creado empleos y han ayudado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Asimismo, el IRA ha permitido una mayor colaboración entre los gobiernos federales, estatales y locales para abordar el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Críticas a la Ley de Reducción de la Inflación
Además de la importancia de cuantificar comparativamente los avances propiciados por la ley IRA, es necesario poner atención a quienes han hecho críticas a la misma. De acuerdo con Carlos Matías2, La Red Ambiental Indígena (Indigenous Environmental Network) y otros grupos ambientalistas critican a la iRA por estar “plagada de disposiciones anti ambientales” y por agilizar el proceso de concesión de permisos para la construcción de oleoductos de combustibles fósiles, minas de carbón y plantas químicas. La Red Ambiental Indígena también se opone a la oferta de una nueva superficie de 700 millones de acres de tierras y aguas públicas para la perforación de petróleo y gas durante la próxima década y la subvención de dichas perforaciones.
Es una tarea pendiente el evaluar en qué medida el IRA representa medidas genuinamente verdes, con un impacto a la altura de las necesidades y compromisos de los Estados Unidos en el Acuerdo de París, y en qué medida es una política de greenwashing.
Referencias:
1 Clean Air Task Force. https://www.catf.us/es/2023/08/one-year-later-how-the-inflation-reduction-act-is-making-an-impact/
2 Carlos Matías. https://www.soldemedianochenews.org/la-ley-para-reducir-la-inflacioacuten-una-ley-bien-intencionada-y-poleacutemica.html